Su lucha legal duró más de cinco años y abrió camino a otras personas trans. Hoy, Dania celebra un nuevo hito: su matrimonio civil en Huaraz, un acto de amor y resistencia frente a un contexto político hostil.
Lima Perú.- Después de años de lucha legal, Dania Calderón se convirtió en la primera mujer trans en Perú en lograr que el Estado reconociera su identidad de género con la corrección de su partida de nacimiento y la emisión de un DNI con el sexo femenino. Ahora, Dania ha dado otro paso histórico: casarse legalmente en nuestro país.
En entrevista con Conexión Vida, Dania comparte cómo vivió este proceso legal y emocional, los obstáculos institucionales que enfrentó y la alegría de cumplir un sueño que muchas veces creyó imposible en el Perú.
“No pedimos privilegios, pedimos derechos. Y el matrimonio es uno de ellos”, afirma con firmeza.
La entrega oficial de su DNI con el sexo femenino se realizó en la sede de Santa Anita. “Ese día fue una mezcla de nervios, temor y emoción. No sabía si algo saldría mal. Pero al final, lo logré”, cuenta. Aquel logro, enfatiza, no fue solo personal: “Es un avance para toda la comunidad trans. Es jurisprudencia viva”.

Un sueño cumplido: el matrimonio
Con el nuevo documento en mano, Dania pudo hacer realidad un anhelo profundo: casarse legalmente en Perú. Lo hizo en la municipalidad de Huaraz, ciudad de origen de su madre y de la familia de su esposo.
“Siempre soñé con vestirme de blanco. Pero por mucho tiempo vi el matrimonio como un privilegio al que no tendría acceso”, comparte. “Pensé que tendría que irme a Uruguay o a Europa para casarme. Pero lo logré aquí”.
Más allá de lo simbólico, Dania subraya que su boda marca un punto de inflexión en la visibilidad de las personas trans y sus derechos en el país. “En medio de tanto retroceso y odio legislativo, esto fue un acto de esperanza”.

Identidad, educación y resistencia
La historia de Dania también es la de muchas mujeres trans que enfrentan múltiples exclusiones: del hogar, de la escuela, del sistema de salud. Ella misma comenzó su camino desde una situación de vulnerabilidad y trabajó durante años en las calles, donde empezó a involucrarse en el activismo comunitario.
“No sabía nada sobre derechos, ni cómo apelar, ni cómo avanzar en un proceso legal. Pero me formé, me informé y entendí que valgo como ser humano”, dice con emoción. “Muchas no acceden al cambio de nombre o al cambio de sexo en sus documentos porque no tienen esa información. Por eso insisto tanto: hay que educarnos, organizarnos y luchar juntas”.
Frente al odio, visibilidad y orgullo
Al cierre de la entrevista, Dania critica la reciente aprobación de la Ley 32331, impulsada por el congresista Alejandro Muñante, que impide a las personas trans usar baños públicos de acuerdo a su identidad de género.
“Esa ley no tiene ni pies ni cabeza. Es un ataque directo. Pero eso no nos va a detener. Hemos sobrevivido mucho. Somos resilientes”, declara.
A pocos días de la Marcha del Orgullo, Dania llama a la comunidad LGTBIQ+ a unirse, visibilizarse y seguir exigiendo igualdad.
“No hemos tenido nada fácil. Pero aquí estamos, seguimos avanzando. Y el hecho de haberme casado en Perú también es una respuesta clara: no nos van a quitar lo que hemos ganado con tanto esfuerzo”.
Conexión Vida celebra la valentía, resiliencia y liderazgo de Dania Calderón, cuya historia nos recuerda que los derechos se conquistan cuando se luchan con dignidad, convicción y comunidad.