Carlos Manuel, fotógrafo limeño, es una de las pocas personas en el mundo que puede decir que ha vivido cuatro décadas con VIH. Su testimonio, compartido en el espacio VIHDAS IMPARABLES, bajo la conducción de Josue Isaias Valera Rivas, nos transporta a los primeros años de la epidemia en Perú, cuando no existían tratamientos antirretrovirales ni pruebas gratuitas.
Lima, Perú. – En 1985, cuando en el Perú apenas se escuchaba la palabra Sida y el VIH aún era un misterio para la mayoría, Carlos Manuel recibió un diagnóstico que cambiaría su vida. Tenía que esperar un mes entero para conocer el resultado, con una muestra de sangre que viajó hasta Chile pues en el país no había reactivos. Carlos recibió su diagnóstico en el Hospital 2 de Mayo junto a su familia que lo acompañó desde el inicio.
A mediados de los años 80 no existían pruebas rápidas ni medicamentos antirretrovirales. El diagnóstico estaba cargado de miedos, prejuicios y dudas sobre si la infección siquiera era real. Carlos Manuel recuerda que su familia se enteró de inmediato porque su hermana lo acompañó al hospital. Ese momento, que pudo haber marcado el inicio del rechazo por el miedo que se vivía en estos años, se convirtió en un sostén: “Toda mi familia supo mi diagnóstico en ese momento también”.
Durante 14 años no accedió a tratamiento antirretroviral porque simplemente no existía en el país. Se mantuvo con medicamentos básicos como el bactrim y la atención de un médico que lo acompañó de manera constante. Mientras tanto, vio partir a su expareja, amigos y conocidos, en una época donde vivir con VIH se asociaba a una sentencia de muerte, recuerda.

Con la llegada de los primeros tratamientos a finales de los noventa, la vida de Carlos cambió. Pasó de tomar hasta 15 pastillas al día, con efectos secundarios como la lipodistrofia, a un régimen actual de una sola pastilla diaria. Hoy es una persona con VIH indetectable, lo que significa que el virus no se transmite sexualmente. Para él, esto representa tener seguridad y vivir tranquilo, porque en aquellos años no se sabia si las personas eran indetectables, comenta.
Durante años, su diagnóstico fue conocido únicamente por su familia más cercana y algunos amigos. Sin embargo, hace poco decidió abrir un espacio en TikTok para compartir su experiencia. Su motivación nació al leer comentarios llenos de desinformación y prejuicios. Alguien me dijo: ¿por qué no abres tú una cuenta? Y lo hice. Ya tengo cuatro meses allí y ha sido una gran satisfacción, cuenta.
Lejos del rechazo, encontró apoyo y cariño. Sus amigos lo recibieron con la misma cercanía de siempre y en redes sociales ha cosechado mensajes de aliento y admiración. Ese salto hacia la visibilidad lo convirtió en una voz que inspira a nuevas generaciones que atraviesan el diagnóstico.
A quienes hoy reciben el diagnóstico, Carlos les transmite un mensaje claro: Es un nuevo comienzo, un nuevo inicio. Con una sola pastilla al día podemos vivir perfectamente bien. Estudiar, trabajar, emprender, llevar una vida normal y plena.
Agradecemos profundamente a Carlos Manuel por confiar en VIHDAS IMPARABLES y compartir con tanta valentía y generosidad su historia. Su voz es inspiración para quienes hoy enfrentan un diagnóstico y buscan respuestas en una sociedad que aún esta llena de estigmas.
Esta entrevista forma parte de VIHDAS IMPARABLES, una iniciativa comunicacional creada, dirigida y producida por Josue Valera, que busca visibilizar las experiencias humanas detrás del diagnóstico de VIH, combatir el estigma y acercar a profesionales de la salud a las vivencias reales de sus pacientes. Actualmente, el programa se transmite por la señal de Radio Conexión Vida.
Las opiniones expresadas durante esta entrevista son de exclusiva responsabilidad de las personas entrevistadas y no reflejan necesariamente la posición del programa ni del medio de transmisión.