Dale play ▶️ para conocer cómo el acompañamiento emocional puede transformar los primeros días tras un diagnóstico de VIH.
La psicóloga y tanatóloga mexicana Frida González, presenta el manual “Para sobrevivir a la noticia”, una herramienta que acompaña los primeros días tras el diagnóstico de VIH con empatía, contención y esperanza. Desde su experiencia clínica ha creado este manual que no reemplaza la psicoterapia, pero puede ser —como ella dice— “un abrazo y una guía emocional” para quienes enfrentan el impacto de un diagnóstico de VIH.

Un diagnóstico que deja huella emocional
Recibir un diagnóstico de VIH puede transformar el mundo de una persona en cuestión de segundos. La psicóloga y tanatóloga mexicana Frida González lo sabe bien: durante años ha acompañado desde su consulta a quienes atraviesan ese primer impacto emocional, ese momento en que las palabras del resultado parecen detener el tiempo. Fue ahí, en medio de esas historias y silencios, donde nació la idea de su manual “Para sobrevivir a la noticia”.
“Quería ofrecer algo que pudiera sostener a las personas en ese instante donde todo parece derrumbarse”, explica. En su experiencia, el diagnóstico no solo plantea un reto médico, sino también un desafío existencial. Las emociones se mezclan —culpa, miedo, enojo, negación—, y muchas veces el entorno no sabe cómo acompañar.
El manual surgió como una herramienta práctica, pero también profundamente humana. Una guía para reconocer que el dolor no necesita esconderse y que buscar ayuda no es debilidad, sino cuidado propio. “No reemplaza la psicoterapia”, aclara Frida, “pero puede ser un abrazo, una guía emocional y un punto de partida para aprender cómo acompañar”.
Con lenguaje cercano, ilustraciones sensibles y reflexiones breves, Frida invita a leer el manual no como una receta, sino como un espacio seguro: una pausa para respirar antes de comenzar el proceso de adaptación y aceptación. Su propósito, como dice, es simple pero transformador: “que nadie tenga que enfrentar el diagnóstico en soledad”.
Esto no es el final
Frida González suele recordar que el momento del diagnóstico no marca el fin, sino una pausa necesaria. En su práctica profesional, ha visto cómo las personas se enfrentan a una presión silenciosa por “estar bien” lo antes posible, una urgencia que —aunque nace del amor o la buena intención— puede transformarse en una forma de violencia emocional.
“Cuando alguien recibe un diagnóstico, todo su sistema interno se reacomoda. No se trata de salir corriendo hacia el bienestar, sino de permitir que el cuerpo, la mente y el alma procesen lo que ha ocurrido”, explica.
En su manual “Para sobrevivir a la noticia”, Frida plantea una idea poderosa: no hay prisa para sanar. El bienestar no es una meta inmediata, sino un camino que se recorre a distintas velocidades. Cada persona atraviesa su propio ritmo y su propio lenguaje emocional.
“Lo que más ayuda —dice— es sentir que no tienes que ser fuerte todo el tiempo. A veces lo más valiente que puedes hacer es permitirte llorar, detenerte o simplemente no tener respuestas todavía”.
El manual invita a reconocer que estar en pausa también es avanzar. Es un recordatorio para quienes acompañan y para quienes viven el diagnóstico: sanar no es lineal ni se logra repitiendo frases de ánimo vacías. Se construye desde la presencia, la empatía y la paciencia.
Acompañar desde el amor y la empatía
Frida González sostiene que acompañar no siempre significa hablar o tener respuestas. A veces, el gesto más poderoso es quedarse, incluso cuando el silencio parece incómodo. “Muchas personas creen que para acompañar hay que decir algo o dar consejos, pero acompañar también es saber escuchar, sostener el espacio sin intentar resolverlo todo”, explica.
En “Para sobrevivir a la noticia”, dedica un capítulo completo a quienes acompañan, recordándoles que no necesitan un título profesional para ofrecer contención. “A veces basta con quedarte y escuchar”, dice con sencillez.
Su experiencia clínica le ha mostrado que un acompañamiento empático no busca “sacar del dolor”, sino caminar junto a quien lo atraviesa. Ese es el corazón del manual: brindar herramientas prácticas, pero sobre todo emocionales, para acompañar sin invadir, sin juzgar y sin invalidar lo que siente la otra persona.
“Las personas no necesitan que les digas qué hacer —comenta—, sino sentir que no están solas mientras intentan entender lo que viven”.
El diagnostico de VIH no es un punto y final, es un punto y seguido
Para Frida González, vivir con VIH no es el final, sino el inicio de una nueva historia. Su trabajo parte de una certeza: la noticia del diagnóstico puede doler, pero también puede transformarse en un punto de encuentro con uno mismo. “Hay vida después del diagnóstico, pero primero hay que aprender a mirarla sin miedo”, afirma con serenidad.
“Para sobrevivir a la noticia” nace desde esa convicción: acompañar a las personas en su propio tiempo, con empatía, con palabras cuidadas y con una mirada humana que abrace sin imponer.
El manual, explica, no busca respuestas inmediatas, sino sembrar calma en medio del caos y recordar que sanar no es olvidar lo vivido, sino aprender a convivir con ello desde un lugar más amable.
Frida concluye con un mensaje que atraviesa cada página de su obra: “Vivir con VIH no es el final, es un nuevo comienzo.”
Esta entrevista forma parte de VIHDAS IMPARABLES, la plataforma comunicacional creada, dirigida y producida por Josue Valera, transmitida por Radio Conexión Vida. El espacio busca visibilizar experiencias humanas detrás del diagnóstico de VIH, combatir el estigma y acercar a profesionales de la salud a las vivencias reales de sus pacientes.
Si deseas descargar el manual “Para sobrevivir a la noticia”, puedes acceder al enlace oficial disponible aquí
Acompaña esta conversación con Frida González, psicóloga y tanatóloga mexicana, autora del manual “Para sobrevivir a la noticia”.



