El caso, presentado en París, muestra que un hombre trasplantado con células madre en 2015 se mantiene sin tratamiento desde hace siete años. Según estudios del Hospital Charité presentados en la Conferencia Europea del Sida, su organismo desarrolló una respuesta inmunológica que podría aportar nuevas pistas hacia una futura cura del VIH.

Un hallazgo que reabre el debate sobre la cura funcional
El paciente, diagnosticado con VIH en 2010 y posteriormente con leucemia en 2015, fue sometido a un trasplante de células madre como parte de su tratamiento oncológico. Su donante era heterocigoto para la mutación CCR5-Δ32, es decir, portaba solo una copia del gen que impide al virus ingresar en las células inmunes. A diferencia del primer “paciente de Berlín”, Timothy Ray Brown, curado en 2008 con un donante homocigoto (dos copias de la mutación), este nuevo caso muestra que una protección parcial, combinada con una respuesta inmunitaria inusual, podría bastar para controlar o eliminar el virus.
Tras el trasplante, el paciente suspendió la terapia antirretroviral y ha permanecido sin rebote viral durante siete años. Las pruebas realizadas por el equipo del Charité no detectan ADN del VIH capaz de replicarse ni reservorios virales en sangre o tejidos. Además, los anticuerpos específicos frente al virus han disminuido progresivamente, lo que sugiere que el sistema inmunitario ya no enfrenta una infección activa.
Los investigadores identificaron una expansión de células “natural killer” (NK) con un perfil poco común: expresan el receptor NKG2A, asociado con una respuesta más eficiente en la eliminación de células infectadas. Este comportamiento, observado por primera vez en un caso humano de larga remisión, podría explicar cómo el sistema inmunitario terminó de erradicar las células residuales del virus tras el trasplante.
Implicaciones científicas y límites del hallazgo
El seguimiento clínico del caso muestra que el organismo del paciente ha mantenido por años un control natural del virus, sin necesidad de tratamiento. Para los investigadores, esto representa una oportunidad de entender con mayor precisión los mecanismos inmunológicos que podrían permitir una remisión sostenida del VIH.
El hallazgo refuerza la hipótesis de que el sistema inmunitario, bajo ciertas condiciones, puede eliminar los reservorios virales remanentes, algo que hasta ahora se consideraba excepcional. Las células natural killer (NK), que actúan como defensa de primera línea frente a infecciones, podrían haber desempeñado un papel central al identificar y destruir las células infectadas tras el trasplante.
Aun así, los especialistas subrayan que este resultado no equivale a una cura replicable. El trasplante de médula ósea sigue siendo un procedimiento de alto riesgo reservado para casos de cáncer hematológico, no una opción terapéutica para las personas con VIH. Su valor radica en el conocimiento que aporta: entender cómo el cuerpo puede lograr un control total del virus abre nuevas vías de investigación hacia estrategias de cura funcional basadas en la inmunología o la edición genética.
Contexto y avances en los casos de curación del VIH
El caso del segundo paciente de Berlín se suma a una lista muy limitada de personas que han logrado eliminar el virus del VIH de su organismo. Con este nuevo reporte, son siete los casos documentados de curación tras un trasplante de células madre, sin contar a dos mujeres que mostraron curación espontánea y a otras personas en remisión prolongada tras terapias experimentales.
Entre estos últimos se encuentra Johan Marais, quien participó también en la EACS 2025. En su caso, una única dosis de anticuerpos ampliamente neutralizantes (bnAbs) durante el estudio RIO permitió mantener la supresión del virus por más de cuatro años sin necesidad de medicación. Aunque se trata de un caso distinto, refuerza la posibilidad de alcanzar una cura funcional mediante el fortalecimiento de la respuesta inmunológica.
El trasplante de células madre, utilizado como terapia de segunda línea contra el cáncer, ha sido la vía por la que se alcanzaron los principales hitos en la historia del VIH. Este procedimiento es complejo y de alto riesgo, ya que requiere eliminar gran parte del sistema inmunitario del paciente y reemplazarlo por otro compatible. No es, por tanto, una alternativa terapéutica generalizable, pero ha permitido identificar mecanismos biológicos cruciales para futuras estrategias de erradicación del virus.
El primero en alcanzar una cura comprobada fue Timothy Ray Brown, conocido como el “paciente de Berlín”. Diagnosticado con leucemia, recibió un trasplante de células madre de un donante homocigoto para la mutación CCR5-Δ32, que elimina el correceptor que el VIH necesita para infectar las células. Brown vivió 13 años libre del virus, marcando un antes y un después en la investigación global.
Desde entonces se han reportado otros casos: el paciente de Londres, el paciente de Düsseldorf, el paciente de Nueva York, el paciente de Ginebra y ahora este segundo paciente de Berlín. En los tres últimos, el trasplante se realizó con células parcialmente resistentes al VIH —de donantes heterocigotos, portadores de una sola copia de la mutación CCR5-Δ32—, lo que demuestra que la inmunidad completa no es indispensable para alcanzar la eliminación viral, siempre que intervengan otros mecanismos inmunitarios eficaces.
Estas experiencias, aunque excepcionales, ofrecen pistas valiosas sobre cómo el sistema inmunitario puede controlar o eliminar al VIH. Para los científicos, el reto está en trasladar este conocimiento a tratamientos menos invasivos y más accesibles, basados en inmunoterapia, edición genética o anticuerpos que repliquen los mismos efectos.
Fuentes consultadas
- European AIDS Clinical Society (EACS): 20th European AIDS Conference, París, Francia. Sesiones científicas sobre curación del VIH, trasplantes y respuesta inmunitaria.
- Hospital Universitario Charité – Berlín (Alemania): Comunicado oficial: HIV cured at Charité: The next Berlin patient.



