Hoy, más de cuatro décadas después del inicio de la epidemia, el VIH ya no es sinónimo de muerte. Los tratamientos antirretrovirales permiten llevar una vida plena, con proyectos, trabajo y sueños cumplidos. Sin embargo, persiste una sombra que no se cura con pastillas: el estigma social y político que rodea a quienes viven con el virus.
En VIHDAS IMPARABLES, diferentes voces narran cómo este estigma afecta tanto como la propia infección, y cómo la resistencia, la visibilidad y el apoyo mutuo se convierten en armas para enfrentarlo.
Lima, Perú. – Para Carlos Manuel, recibir el diagnóstico en 1985 fue enfrentarse a un vacío absoluto. No existían pruebas en el país, los reactivos debían enviarse a Chile y el resultado demoraba semanas. Su pareja había fallecido y él mismo entró en un largo periodo de negación. Durante 14 años no tuvo acceso a tratamiento porque simplemente no existía.
Sin embargo, lo que Carlos recuerda con más fuerza no es solo la ausencia de medicamentos, sino la carga del miedo social: se sabía casi nada de la epidemia y te miraban como si fueses un leproso. Su vida siguió adelante, pero cada paso estaba atravesado por esa sombra.

Cuatro décadas después, al hacer público su diagnóstico en TikTok, no solo encontró aceptación, sino que también se convirtió en acompañante de otras personas que recién inician su tratamiento.
Clic para ver la entrevista completa
Resistencia en clave artística
Por su parte, Luis Pinto, conocido en la escena artística como Guagua Rekia, abre otro frente de resistencia: el del arte y la visibilidad. Migrante en España, utiliza el maquillaje, la performance y la creación artística como espacios donde el estigma se desarma.
Su mensaje es claro, si alguien te va a rechazar por contar tu diagnóstico, ahí no es, afirma con convicción. Para él, el estigma es un filtro: muestra quiénes están dispuestos a aceptar y acompañar, y quiénes no.

Hablar de VIH en el escenario no es solo una confesión personal, sino una forma de decirle al mundo: “aquí estoy, sigo vivo, y no tengo miedo”.
Clic para ver la entrevista completa
La discriminación laboral
Omar Ortega, en México, enfrenta otro rostro del estigma: el laboral y sindical. Diagnósticado en 2018, no solo lidia con las rutinas médicas, sino con las sanciones y hostigamientos que se entrelazan con su activismo sindical.

Telmex le niega permisos para sus citas médicas y el sindicato se desentiende de su caso. Omar lo dice con crudeza: el estigma no solo se expresa en los prejuicios de la calle, sino también en las estructuras que deberían proteger derechos. Su resistencia se sostiene en la denuncia pública y en el acompañamiento mutuo con quienes enfrentan obstáculos similares.
Clic para ver la entrevista completa
Cuando el cuerpo habla y resiste
La historia de Yajaira Itama nos recuerda que el estigma no se enfrenta solo una vez. Ella vive con VIH y, al mismo tiempo, ha transitado por un diagnóstico de cáncer. Desde Estados Unidos, comparte cómo la mirada social pesa doblemente sobre su cuerpo de mujer, como si cada enfermedad se convirtiera en motivo de señalamiento.

Yajaira ha transformado esa experiencia en un proceso de autoconciencia, convencida de que el acompañamiento humano puede aliviar más que cualquier medicamento.
Clic para la entrevista completa
El VIH ya no es una sentencia de muerte. Hoy, gracias a la ciencia, es una condición crónica que se maneja con tratamiento. Pero el estigma sigue siendo una herida abierta. Una herida que se expresa en silencios familiares, en despidos injustos, en diagnósticos que se callan por miedo al rechazo.
Esta entrevista forma parte de VIHDAS IMPARABLES, una iniciativa comunicacional impulsada por Josue Isaias Valera Rivas que busca visibilizar las experiencias humanas detrás del diagnóstico de VIH, combatir el estigma y acercar a profesionales de la salud a las vivencias reales de sus pacientes. Actualmente, el programa se transmite por la señal de Radio Conexión Vida.
Las opiniones expresadas durante esta entrevista son de exclusiva responsabilidad de las personas entrevistadas y no reflejan necesariamente la posición del programa ni del medio de transmisión.