Lima, Perú. – Una denuncia revela que detrás de LS FARMA, una empresa que se presenta como promotora del bienestar, está siendo investigada por poner en riesgo la salud de miles de consumidores en el Perú, a causa de irregularidades en registros sanitarios. La empresa LS FARMA S.A.C., que comercializa sus productos bajo la marca “LabSuperfood”, dedicada a la elaboración y distribución de productos alimenticios para el consumo humano (suplementos vitamínicos), está bajo el escrutinio público tras una denuncia realizada por Nuria Estela Vargas Contreras, nutricionista y exjefa de control de calidad de la marca.
En su denuncia, Nuria relata que en planta se han producido cápsulas producidas sin agua potable, que tienen líneas de envasado infestadas de insectos y condiciones incompatibles con cualquier protocolo básico de higiene; lo más grave es que estos productos, según registros sanitarios, no deberían están siendo comercializados para el consumidor. “No podía quedarme callada, lo que vi era un atentado contra la salud pública”, declaró Vargas en entrevista con Exitosa Noticias.

Ley de fabricación de alimentos y bebidas
Se debe precisar que la ubicación de la planta infringiría el primer párrafo del artículo 30 (Título IV: de la fabricación de alimentos y bebidas) del Decreto Supremo 007-98-SA, que establece textualmente: “Las fábricas de alimentos y bebidas no deberán instalarse a menos de 150 metros del lugar donde se encuentre ubicado algún establecimiento o actividad que por las operaciones o tareas que realizan ocasionen la proliferación de insectos, desprendan polvo, humos, vapores o malos olores, o sean fuente de contaminación para los productos alimenticios que fabrican”.
La empresa ha venido funcionando al costado de una chanchería y de un centro de reciclaje de basura en el Distrito de Villa El Salvado, al sur de la ciudad de Lima.

Registros sanitarios obtenidos con engaños
De acuerdo con la denuncia formal presentada ante DIGESA y la Fiscalía de Villa El Salvador, LS FARMA obtuvo registros sanitarios para «mezclas secas de uso instantáneo», pero los transformó en cápsulas y jarabes que se venden como suplementos con supuestos efectos terapéuticos. Esto viola la regulación vigente, que exige que productos con propiedades medicinales se registren ante DIGEMID, con evidencia científica y ensayos clínicos de respaldo.
“Lo etiquetan como suplemento, pero lo venden como medicina”, explica la abogada Olga Salazar, quien ha impulsado una denuncia penal por delitos contra la salud pública.
“Cuando estuve (trabajando en LS FARMA S.A.C.) fue la parte de Inkafarma a hacer la inspección, se trató de hacer lo más que se pueda en la parte de medidas correctivas para que ellos puedan dar el visto bueno, pero aun así para una certificación, no pasa. Al ojo mío y de cualquier profesional no puede pasar, no hay forma, a la planta le falta mucho”, dijo a Exitosa.
Indecopi: un escándalo mayor en el fondo

Como si esto fuera poco, LS FARMA aparece también entre las empresas mencionadas en una investigación de Indecopi por presunta colusión en licitaciones públicas. Según esta entidad, al menos 15 laboratorios habrían coordinado posturas en subastas estatales de medicamentos entre 2006 y 2020, manipulando procesos por más de 6 mil millones de soles.
Aunque LS FARMA no ha sido confirmada como una de las empresas sancionadas, su nombre flota en la misma red de sospechas y silencios que involucra a proveedores del Estado, medicamentos de uso hospitalario y millones de soles del erario nacional.
¿Cuáles son estos productos?

Productos como Bronco Kids, Inmuno Defense o Prosta Lab circulan en boticas de todo el país con promesas de fortalecer defensas, tratar problemas prostáticos o calmar vías respiratorias. La DIGESA ha advertido en más de una ocasión que ningún suplemento puede hacer afirmaciones terapéuticas, pero los envases de LS FARMA siguen incluyendo frases como “eficaz contra infecciones respiratorias” o “refuerza el sistema inmune”.
Estas alegaciones engañan al consumidor promedio, que confía en lo que compra en una farmacia y en muchos casos, la fe en el producto reemplaza una visita médica, un diagnóstico oportuno o un tratamiento real. Trayendo como consecuencias, que la automedicación con suplementos mal etiquetados pueda retrasar intervenciones médicas necesarias, agravar cuadros clínicos o interactuar negativamente con otros medicamentos.
¿Y las cadenas farmacéuticas?
Uno de los aspectos más preocupantes del caso, es la supuesta complicidad o desinterés de grandes cadenas de farmacias como Inkafarma y Mifarma, ya que, la denunciante también afirma que representantes de Farmacias Peruanas (grupo que agrupa a ambas marcas), visitaron la planta de LS FARMA, conocieron sus deficiencias y aun así permitieron la distribución masiva de sus productos al consumo humano en sus cadenas de farmacias.
Hasta ahora, ninguna de estas cadenas ha emitido un pronunciamiento oficial. Mientras tanto, frascos de “LabSuperfood” siguen en los estantes de decenas de locales, expuestos al alcance de personas que buscan soluciones rápidas, económicas y “naturales” para su salud.

El lucro está por encima de la ética
El caso LS FARMA muestra cómo, cuando el lucro está por encima de la ética, la salud pública paga el precio. Si el Estado no actúa con firmeza, si las farmacias no asumen su rol como filtros de seguridad y si la sociedad no exige transparencia, seguiremos consumiendo promesas vacías con envoltura de vitamina; la salud debe ser un derecho protegido.

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